Esta es probablemente la reina de las preguntas en cuanto dices que eres una persona vegana. Y tú, ¿de dónde sacas las proteínas?
Es agotador. Todas las personas veganas, quien más o quien menos, hemos experimentado cómo la persona que tenemos enfrente se convierte, nada más decirle que eres vegana, en una experta en nutrición súper preocupado por tu salud. De repente le interesan temas como las proteínas, la vitamina B12, el hierro y mil cosas más por las que jamás se habría preocupado ni prestado atención (y que muy probablemente descuida en su propia dieta). Y no digamos ya si tienes hijas o hijos… entonces ya además de nutricionistas, se convierten en auténticas endocrinas pediátricas, pero incapaces de entender que se puede llevar una alimentación infantil vegana sin ningún riesgo.
Un tema superado hace décadas por los expertos
La OMS ha declarado que se debe aumentar el consumo de proteínas vegetales, la pirámide nutricional oficial de Canadá ha eliminado las proteínas animales y solo ha dejado la parte de las proteínas, sin especificar su procedencia. Asimismo, cada vez más estudios científicos y asociaciones médicas demuestran como el consumo de proteínas vegetales favorece la salud, ya que revierte y ayuda a combatir un montón de enfermedades generadas por el consumo de productos de procedencia animal.
Y, sin embargo, ahí seguimos, enroscadas en que de dónde sacamos las proteínas… Pues os decimos de dónde sacamos las proteínas principalmente: de las legumbres. Ese alimento tan novedoso, caro y de difícil acceso para la gran mayoría de las personas (modo sarcasmo ON).
Rompiendo mitos sobre proteínas vegetales
Las legumbres son una magnífica fuente de proteínas, muchas de ellas incluso son proteínas completas como los garbanzos, algunos tipos de alubias o el tofu. Y a pesar de la creencia popular, (demasiado popular, ya que esto se desmintió hace más de 30 años), no es necesario mezclar en la misma comida las legumbres sin proteína completa con cereales, para que así se transformen en proteínas completas. Ese proceso lo puedes hacer a lo largo del día ya que nuestra reserva de aminoácidos va cogiendo y transformando lo que necesita a lo largo del día.
Otras fuentes de proteínas vegetales y conclusión
Pero también existen otras numerosas fuentes vegetales de proteínas, como algunas semillas y frutos secos (pipas de calabaza, pipas de girasol, sésamo, nueces, anacardos, almendras, semillas de cáñamo…), quinoa, tempeh, levadura nutricional, o los vegetales de hoja verde. Casi nada, vamos…
Por lo tanto, ya va siendo hora de desmitificar la falacia de que en el reino vegetal no encontramos proteínas porque, de hecho, éstas son en la mayoría de ocasiones de mejor calidad que las proteínas de procedencia animal. No olvidemos que los cinco animales más fuertes y grandes del mundo (gorila, elefante, rinoceronte, hipopótamo y jirafa) ¡son herbívoros!
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