Regalos para no celebrar la Navidad

En estas fechas tan sumamente consumistas os queremos contar cómo gestionamos nosotras el tema de los regalos en casa y con nuestras hijas.

Nosotras no seguimos ninguna tradición, salvo la cena de Nochevieja, y otra que sí seguimos manteniendo con nuestras hijas es algo que ya hacían mi padre y mi madre siempre conmigo (Rocío): Antes de escribir la carta a los Reyes tenía que hacer una selección de juguetes y donar los que ya no quería para las niñas y niños que, por desgracia, no podían tener regalos en esas fechas. Lo recuerdo con mucho amor.

El día que, entre las dos, van seleccionando y apartando lo que quieren donar lo hacen llenas de felicidad, de una manera consciente y empática. Saben lo afortunadas que son y saben valorar realmente todo lo que tienen.

Como ya comentamos la semana pasada, evidentemente nuestras hijas no escriben carta a ningunos Reyes, pero sí deciden qué regalos quieren el día 1 de Enero, que es el día que nos los damos para festejar así el comienzo de un nuevo año.

Pero además seguimos la regla de los cuatro regalos o, por lo menos, intentamos seguirla en Ia medida de lo posible, ya que algunos años no nos cuadra del todo y la adaptamos. Así evitamos el consumismo desmedido, controlamos más el número de regalos y educamos a nuestras hijas en un consumo más responsable y consciente. Por si no conocéis la regla es esta:

  • Algo que sirva para llevar.
  • Algo para leer.
  • Algo que realmente necesiten.
  • Algo que deseen.

Por último, y con nuestra reciente incursión en el apasionante mundo del movimiento zero-waste, también procuramos buscar alternativas de segunda mano a los regalos que estamos buscando, antes de consumir un producto nuevo.

Con este tipo de información, lo único que pretendemos es mostrar cómo lo hacemos nosotras, lo que nos cuadra y nos parece lo mejor, porque así lo hemos decidido. Si a alguna persona le puede ayudar a cambiar o mejorar su visión o perspectiva, pues genial. Y sino, pues perfecto también. Nosotras ni cuestionamos ni imponemos ni juzgamos en ningún momento otras formas de educar. Solo mostramos que otra manera de hacer las cosas también es posible, bonita y enriquecedora.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *